Los principales objetivos nutricionales durante el embarazo son los siguientes:
- Cubrir el aumento de las necesidades energéticas(+ 200 kcal/día) con alimentos de alto aporte nutricional, evitando los alimentos pobres en nutrientes.
- Controlar el consumo de grasas de origen animal, las frituras y el exceso de azúcares simples. Priorizar el consumo de aceite de oliva virgen extra, las fuentes de ácidos grasos omega 3 y los productos bajos en grasa.
- Consultar con el ginecólogo o personal sanitario antes de consumir cualquier medicamento o suplemento alimenticio. Seguir las pautas de suplementación con minerales, vitaminas u otros nutrientes prescritos por el especialista.
- No consumir carnes, embutidos, pescados o huevos crudos o poco cocinados. Lavar y pelar bien las frutas, verduras y hortalizas.
- Incidir en la variedad de la dieta, fraccionada en 4-6 comidas/día y mantener un adecuado nivel de movilidad o actividad física suave.
- Cumplimentar el esquema de referencia sobre la frecuencia de consumo por grupos de alimentos; 3-4 raciones/día de lácteos; 3 raciones/día de fruta; 2 raciones/día de verduras y hortalizas; alternar al menos 1 ración/día dentro del grupo de pescado, carnes magras, huevos o legumbres. Tomar cantidades suficientes de cereales, cereales integrales y patatas hasta completar una dieta variada, apetitosa y saludable.
- Consumir niveles adecuados de agua natural de baja mineralización (10 vasos/día).
- Limitar el consumo de bebidas estimulantes y de elevado contenido en azúcar. Excluir el tabaco, el alcohol y otros tóxicos (ni aun en pequeñas cantidades).
- Seguir los controles periódicos y los protocolos de los programas de Salud Materno-Infantil.
- Mantener en todo momento un espíritu positivo, un adecuado equilibrio emocional y un delicado cuidado corporal, pensando en un embarazo feliz al que seguirá un periodo de lactancia materna en la misma línea gratificante.